En la cirugía tumoral de cabeza y cuello merece especial mención la de la Glándula Parótida, en cuyo interior se encuentra el nervio facial, responsable de la inervación motora de la cara, que debe ser preservado en las intervenciones quirúrgicas para tumores benignos y exige una muy amplia experiencia del cirujano ya que la biopsia mínima en parótida es la resección del lóbulo superficial con disección del nervio facial.